Por: Sidneye Hatton
“No digas que no tienes suficiente tiempo. Tienes exactamente la misma cantidad de horas que le fueron dadas a Leonardo da Vinci, Thomas Edison y Albert Einstein”.
-H. Jackson Brown
El manejo del tiempo se refiere al desarrollo de los procesos y de las herramientas que aumentan tu eficiencia y productividad. Impacta tu vida personal, familiar y profesional pues mejora el balance de tu vida y aumenta tu bienestar.
El primer paso es conocerte a ti mismo, tus talentos, habilidades, capacidades, metas y aspiraciones y tus niveles de disciplina. Esto unido a tus conocimientos sobre el manejo efectivo del tiempo son la receta para el logro de tu satisfacción y tu felicidad.
Incluyo algunas guías para crear un sistema que te facilite el proceso.
Debes crear un plan de vida personal y profesional. Establece tus metas y objetivos. Compromete poniéndolo por escrito y consérvalo siempre cerca de ti.
Por ejemplo quiero rebajar 10 libras antes de verano. Así tendrás una forma de medir tu efectividad en el plazo de tiempo que has determinado.
Comienza tu día con una afirmación de tu intención de manejar el tiempo con sabiduría y disciplina.
Añade emoción a tus metas, imagina como te sentirás al lograrlas. Crea la emoción en tu mente para que la veas manifestarse en tu vida.
Establece prioridades. Atiende a tus compromisos esenciales. Haz primero lo más importante. Si lo haces, tu día será un éxito.
Planifica la distribución de tu tiempo de acuerdo a tus prioridades. Utiliza las herramientas tecnológicas que existen para ayudarte.
Toma decisiones informadas y bien pensadas. No te estanques por miedo a tomar una decisión.
Delega en otros o pide ayuda cuando lo estimes conveniente. No lo tienes que hacer todo tú.
Aprende a decir NO. Solo tú puedes controlar a los roba-tiempos que existen en tu entorno. Acepta solo los compromisos para los que sabes que tienes tiempo y que verdaderamente te importan.
Concéntrate y controla las interrupciones y distracciones. Escoge siempre hacer lo que crea valor para ti y para tu trabajo.
Separa tiempo para el silencio, la quietud y el reposo. Necesitas estos espacios para aclarar y serenar tu mente. Ahí escucharás tu sabiduría interior.
Dedica parte de tu tiempo para pensar y tiempo para ejecutar. El 20% de tu pensamiento produce el 80% de los resultados.
Evita, en lo posible, posponer tareas y proyectos. Valoriza tu tiempo y el de los demás.
Evalúa periódicamente como el manejo de tu tiempo incide en tus niveles de efectividad. Revisa la distribución de tu tiempo y realiza los ajustes necesarios para mejorar tu plan. Puedes utilizar estas preguntas como guía:
- ¿Mantienes un balance saludable entre tu vida personal y tu vida profesional?
- ¿Estás logrando las metas que son más importantes en tu vida?
- ¿Estás dedicando suficiente tiempo a tu bienestar personal?
- ¿Estás feliz y satisfecho con el trabajo que haces?
- ¿Recibes reconocimiento de parte de tus compañeros y tus superiores?
- ¿Sientes que el tiempo te alcanza para realizar lo que es importante para ti?
Si respondes que no a alguna de ellas debes reconsiderar lo que estás haciendo y hacer los cambios necesarios. Recuerda que el éxito en el manejo de tu tiempo debe reflejarse en un aumento en tu felicidad, logros en tu vida personal y profesional, mayor productividad y eficiencia y un futuro más satisfactorio.
Disfrutar cada instante de tu vida debe ser la meta. Arregla tus compromisos para que seas feliz viviendo los detalles de tu vida. Sé curioso, mantente abierto a las oportunidades, abraza tus pasiones y sé feliz en tu tránsito exitoso a través de tu vida personal y profesional.
“La mala noticia es que el tiempo vuela. La buena noticia es que tú eres el piloto.”
-Michael Altshuler