Si tienes una pequeña o mediana empresa, seguramente te has preguntado más de una vez qué es el cash flow y para qué sirve. Este cálculo se utiliza para controlar todos los gastos e ingresos económicos de tu negocio para darte un modelo sobre el estado financiero general de la empresa.
El cash flow (en español, “flujo de caja”) es un indicador que utilizan las empresas para medir su salud financiera. Se trata de un cálculo que compara todo el dinero que ingresa con todo el dinero que se gasta, con el objetivo de tener una idea clara sobre la liquidez disponible.
Un cash flow positivo significa que el dinero que ingresó durante un tiempo determinado fue mayor que los gastos. Un flujo de caja negativo, por su parte, quiere decir que los gastos fueron mayores que los ingresos de dinero, lo cual es un problema que debes resolver.
Aunque no hay por qué preocuparse, ya que la elaboración de un cash flow determinará algunos puntos importantes que deberás considerar para tomar acción. Por ejemplo, te dirá si la empresa es capaz de comprar en efectivo o necesita recurrir a un préstamo; si se puede pagar las deudas antes de la fecha de vencimiento o si es necesario pedir un refinanciamiento; si es posible invertir el sobrante del dinero, entre otras cosas.
Tipos de cash flow
Existen tres tipos de flujos de caja que deberías tener en cuenta: el operacional, el de inversión y el de financiamiento.
Cash flow operacional
Este cálculo depende de los ingresos obtenidos por las ventas de los productos o servicios de tu empresa y de los pagos a proveedores. Es el más importante, ya que tiene relación directa con el estado financiero del negocio.
Cash flow de inversión
Este flujo de caja es para las empresas que incurran en la compra de bienes raíces o en una inversión financiera.
Cash flow de financiamiento
Incluye las actividades financieras (como pedir un préstamo) que puedan generar deudas, influyendo negativamente en la liquidez de una empresa.
La fórmula para calcular el cash flow es muy fácil. En primer lugar, se debe establecer el beneficio neto; es decir, los ingresos finales de tu negocio en un periodo determinado. Luego, es necesario sumar los gastos de contabilidad que no hayan implicado una salida de caja (cuentas por pagar y amortizaciones) y los ingresos que aún no han entrado (cuentas por cobrar). En resumen, el cálculo es: beneficios netos + amortizaciones + previsiones.
Y ¿cómo se elabora un cash flow? Lo primero que debes hacer, lógicamente, es contar con toda la información sobre ingresos y gastos de tu empresa. Luego, puedes hacer un flujo de caja utilizando cualquier software especializado para la tarea como: Sheetgo, SME Toolkit y Quickbooks. Otra opción es contratar a un contable o un especialista que se encargue de llevar todos los números de tu negocio.
Un flujo de caja negativo suele ser la causa más frecuente de quiebra de pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, esto no debería ocurrir si el problema se detecta a tiempo y se realizan las determinadas acciones para recuperar el negocio. Te compartimos algunos tips para optimizar tu flujo de caja.
Modifica tu sistema de cobros
Ofrece descuentos a tus clientes si te pagan con anticipación. Del mismo modo, puedes aplicar penalizaciones económicas (a través de la suma de intereses, por ejemplo) cuando se demoran en sus pagos.
Conoce el inventario de tu empresa
Este punto es muy importante, sobre todo para las empresas que ofrecen productos. Si sabes exactamente cuáles son los artículos que se venden más, podrás evitar escasez y caer en un quiebre de stock. Además, si conoces cuáles son tus productos menos vendidos, evitarás hacer compras excesivas que luego te generen overstock y, en consecuencia, una pérdida económica.
Evalúa diferentes proveedores
Busca nuevos proveedores que te ofrezcan mayores beneficios. Sin embargo, no olvides mantener buenas relaciones comerciales con tus proveedores de siempre, ya que la confianza que se tengan será sustancial para renegociar nuevas fechas de pagos.
Pide un préstamo
Si confías de que, en el futuro, podrás asumir los costos de financiación, puedes solicitar un préstamo. Ten en cuenta que, para que un préstamo sea otorgado, la puntuación de crédito (FICO Score) del titular de la empresa se recomienda que esté entre los 700 y los 850 puntos.
Para saber si tu empresa tiene capacidad financiera, haz un análisis superficial. Un manejo responsable del cash flow te evitará problemas financieros y establecerá tus posibilidades reales, asegurando que puedas enfrentarte al pago de deudas, proveedores y servicios. Además, te permitirá llevar las cuentas de tus ingresos y gastos, lo cual te ayudará a tomar decisiones empresariales muy importantes.
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