El robo de identidad es uno de los delitos de mayor crecimiento en el mundo. Una llamada telefónica, el acceso a información personal impresa o digital o una simple divulgación de datos a través de las redes sociales puede “abrir una puerta” a ladrones de identidad para acceder y hacer daño.
Un total de $16 mil millones fueron hurtados a más de 15.4 millones de consumidores en Estados Unidos en casos de robos de identidad en 2016, según un estudio de Javelin Strategy & Research. Durante los pasados seis años, los ladrones de identidad han robado más de $107 mil millones.
El delito se hace cada vez más visible en épocas como la Navidad, cuando más personas acceden a comprar en línea y a divulgar su información de cuentas bancarias en portales cibernéticos.
Para evitar que los consumidores locales sufran este mal, hemos preparado una guía con consejos para evitar que seas víctima del delito del robo de identidad.
Tu crédito es la carta de presentación al mundo bancario. Por tal razón, debes estar atento a todo lo que se relacione a su estado. Una vez al año puedes solicitar un informe crediticio que detalle tu estado actual. Acércate a las agencias que pueden ofrecerte la información y solicítala de manera regular. De esta forma, te mantienes al tanto de las indagaciones que se realicen a tu crédito.
Si accedes a tus cuentas a través de la Internet, debes tener especial precaución. Si estableces una contraseña, recuerda utilizar más de ocho caracteres, letras, números y símbolos y recurrir a la modalidad mayúscula en algún punto de ella. Después de haberla establecido, ten en cuenta el constante cambio de la contraseña para evitar el fácil acceso de cualquier ladrón de identidades. Otra sugerencia es usar diferentes contraseñas en tus diversas cuentas digitales. De esta manera, es más difícil que las accedan todas ilegalmente.
Así como cuidas tus cuentas en línea cambiando las contraseñas, mantente alerta a las conexiones inalámbricas que utilizas para navegar en Internet. El acceso a tus cuentas bancarias desde conexiones públicas es una práctica insegura que te expone al robo de manera fácil. Si vas a acceder, trata que siempre sea desde tu dispositivo, pero sin hacerlo desde una red inalámbrica externa (Wi-Fi).
Otro buen consejo para asegurar tus cuentas en línea y evitar que te roben la identidad, es que evites compartir la información personal en las redes sociales. El acceso a estas redes solicita en algunos casos datos bancarios para hacer compras. Debe considerarse seriamente el sistema de seguridad que tiene la red social para poner en exposición tus datos bancarios. Evita compartirlos en mensajes privados o públicos.
Según evitas compartir los datos bancarios a través de las redes sociales, debes mantener en lugares seguros los que tengas en tu hogar. Recurre a espacios que solo tú y familiares cercanos conozcan y cámbialos frecuentemente. Asegura los documentos en un sobre, bolsa o caja plástica que no permita el paso del agua para evitar que se dañen ante una eventualidad atmosférica. Tritura las cartas que recibas del banco con tus datos y que vayas a botar. De esta manera evitas que un ladrón de identidades tenga acceso a tu información bancaria y personal.
Mantén actualizado tus programas de antivirus en tus celulares, tabletas y computadoras. Establece un día al mes para poner todos tus equipos listos y verificar nuevas revisiones que surjan. Mantener actualizados los equipos es una manera de establecer una barrera inicial ante ladrones cibernéticos, pero debes estar alerta siempre ante posibles “puertas abiertas”.
Portales con https:// en el inicio de su dirección dan muestra de confiabilidad y seguridad ante su uso. Opta por estos sitios web al momento de hacer compras o transacciones. Aunque no es una práctica cotidiana, revisa puntos relacionados a las transacciones en línea en los términos y condiciones y en las preguntas más frecuentes (FAQ) de los sitios que visites. Busca referencias de otras personas que recientemente realizaron compras o transacciones en esos sitios y establece comparaciones entre diversas opciones antes de proporcionar cualquier información personal.
Una de las opciones más comunes por los ladrones de identidad es enviar mensajes a través de correos electrónicos de naturalezas falsas o de origen fraudulento. Muchos de estos intentos de robo son a través de mensajes de personas que reclaman ayuda desde un país lejano, entidades ficticias pidiendo dinero o enlaces que, al accederlos, te llevan a un portal con algún virus malicioso. Desconfía de todos los emisores que desconozcas. Filtra con la bandeja de “spam” aquellos mensajes cuya proveniencia desconoces y, de ser posible, repórtalos.
Utiliza la aplicación móvil de tu banco para que monitorees tus cuentas bancarias y te mantengas al día con todas las transacciones que realices. También existen aplicaciones móviles como SecurLOCK™ que te ayudan a establecer alertas que aparecerán cuando se realice alguna transacción en tu cuenta bancaria, y te permiten activar y desactivar tu tarjeta en caso de que la pierdas.
Por desgracia muchos de los ladrones optan por engañar a las personas a través de la solicitud de información personal vía telefónica. Una llamada puede servir de vehículo para que un extraño tenga acceso a los datos bancarios de una persona. Cuando atiendas una llamada telefónica y comiencen a preguntarte información bancaria, cuestiona su uso. Ofrecer información personal a través del teléfono es una de las principales maneras de robarte la identidad. Siempre es una buena estrategia preguntar para qué se usa la información que están solicitando, con quién hablas y cuál es el propósito de su llamada.
Proteger el dinero que con tanto sacrificio has logrado obtener, requiere estar alerta, comprometerse y monitorear constantemente tus transacciones. Recuerda siempre seguir estos consejos para que así puedas estar más tranquilo.