Marta Costas, fundadora de Little Brains, Little Brains Academy y Big Steps Learning Center, es una destacada educadora y empresaria puertorriqueña cuyo compromiso con la excelencia educativa ha transformado la vida de innumerables estudiantes a lo largo de su carrera. Su viaje, marcado por el esfuerzo, la dedicación y el amor por los niños y su educación, se ha reflejado en el éxito de las diversas escuelas que ha fundado y administrado.
Marta Costas nació en Ponce, donde también realizó su educación universitaria. Posteriormente, se mudó a San Juan para continuar con sus estudios de maestría y doctorado. En San Juan, no solo encontró el amor y se casó, sino que también comenzó a trabajar como maestra preescolar, acumulando 25 años de experiencia en la capital. Su conexión con Ponce sigue siendo fuerte, visitando a su familia y manteniendo vivas las raíces culturales para sus hijas.
Marta describe su vida en San Juan como una adaptación al ritmo acelerado de la ciudad, pero siempre valorando la tranquilidad y el ambiente natural de su Ponce natal. “Yo vivía más en el campo, así que extraño eso de los coquíes, pero es el calor familiar lo que uno más extraña de su pueblito”, nos confiesa Marta.
Descubriendo su amor por la educación
En su juventud, Marta se inclinó hacia la contabilidad, completando un grado asociado en esta disciplina. Sin embargo, al llegar a la universidad, descubrió su verdadera pasión por la educación. Un estudio de orientación profesional y su inclinación hacia las manualidades y actividades dinámicas la llevaron a cambiar de rumbo, encontrando en la Educación un campo en el que cada día representaba un nuevo reto y una nueva aventura.
La transición al mundo laboral en el sector educativo presentó desafíos que no se enseñan en la universidad, como el trato directo con los niños y sus padres, así como la implementación de estrategias educativas efectivas. Marta nos explica: “Cuando terminé de estudiar Educación, que me fui al campo laboral, la realidad fue bien diferente. Es diferente porque en la universidad quizás no te preparan para ese tacto que debes tener con los niños, con los padres, el ambiente educativo, las estrategias que tienes que utilizar para cada grupo de niños, no es lo mismo. Es diferente cuando uno trabaja y cuando uno estudia, es diferente”.
La creación de Little Brains: una trayectoria llena de retos
Desde pequeña, Marta jugaba a ser maestra, lo que reveló una pasión innata por la enseñanza. Después de trabajar en varios colegios, identificó la necesidad de crear un ambiente educativo ideal, fundamentado en prácticas apropiadas y filosofías educativas modernas. Así nació Little Brains, un centro de desarrollo y aprendizaje.
A diferencia de los tradicionales cuidos, Little Brains se enfoca en el desarrollo integral de los niños, ofreciendo experiencias y actividades planificadas según sus edades y etapas de desarrollo. Según nos explica Marta, “La diferencia entre un cuido y un centro de desarrollo y aprendizaje es que en un cuido, pues se cuidan los niños. Los papás los llevan y allí están, posiblemente les pongan televisión, les dan su comidita y esperan a que los papás los vengan a buscar. Sin embargo, en un centro de desarrollo y aprendizaje, los papás los traen y nosotros desarrollamos ese cuerpito, esa mente con las diferentes experiencias, diferentes actividades que nosotros planificamos y provocamos, porque de acuerdo con los meses del niño, a la edad que tenga el niño, son las experiencias y las actividades que se provocan y se planifican para desarrollarlo en todos los aspectos”.
El camino hacia la creación de Little Brains estuvo lleno de desafíos. Desde encontrar un local adecuado hasta superar barreras económicas y burocráticas, Marta y su esposo transformaron su hogar en el primer centro educativo. “Después que nos casamos, yo le dije a mi esposo que quería hacer una escuelita, así que nos mudamos a una casa que tenía una casa abajo y una casa arriba. Y nosotros estábamos arriba con dos cuartitos bien pequeñitos, un baño, la cocinita bien pequeñita, y pues ahí quedé embarazada, en medio del desarrollo de la escuelita. Y comenzamos la escuelita, comenzamos poco a poco”, nos narra Marta, rememorando sus comienzos. A pesar de las dificultades iniciales, como la necesidad de realizar múltiples roles simultáneamente (directora, maestra, cocinera), la pasión y dedicación de Marta hicieron posible la concreción de su sueño.
El huracán María y la pandemia de COVID-19 fueron eventos significativos que afectaron a Little Brains. Sin embargo, Marta demostró una notable resiliencia, implementando medidas para continuar ofreciendo servicios educativos y de cuidado durante estos tiempos críticos. Por ejemplo, después del huracán María, ya a la semana siguiente, Marta abrió las puertas de Little Brains nuevamente, y a diario salía a buscar agua, gasolina para la pequeña planta que tenían, y alimentos frescos para los niños.
Cuando la pandemia llegó, Marta nos narra a las diferentes estrategias que tuvieron que recurrir: “Le mandamos cajitas a los papás, fuimos a las casas, nos conectábamos, les dábamos actividades a los niños para que se conectaran, hicimos un canal de YouTube para que los niños pudieran ver a las maestras y los papás conectaran con los niños para que cantaran con ellos. Nosotros grabamos narraciones de cuentos, canciones, actividades de manualidades… pero esos materiales se los mandamos por correo a los papás. También un día hicimos que los papás vinieran con el carro y nosotros les entregábamos los materiales. Fue algo también interesante, bonito. Yo les decía a los papás, ´ ¡Estamos aquí! No se preocupen que nosotros vamos a seguir aquí, vamos a abrir las puertas´. Inmediatamente que el gobierno dijo que podíamos abrir, ya a la otra semana yo abrí”.
La expansión de Little Brains
Con esfuerzo y amor, Little Brains creció y se diversificó, incluyendo ahora Little Brains Academy para niños desde kinder hasta sexto grado y Big Steps Learning Center, un centro de tutorías y estudio supervisado y actividades extracurriculares.
Oriental jugó un papel crucial en la expansión de Little Brains, ofreciendo apoyo financiero y asesoramiento durante momentos clave de crecimiento y crisis. “La primera propiedad, la primera, donde vivíamos arriba, pues ahí estábamos con otro banco, pero cuando tratamos de comprar entonces la segunda propiedad, pues no fue tan fácil. No nos abrieron tanto las puertas. Así que llegó Oriental, y entonces compramos la segunda y la tercera propiedad. Pero mi casa también está con Oriental”.
Igualmente, Oriental ha estado al lado de Marta durante todos los momentos de crisis, desde el huracán María hasta el Covid. Jeffrey, su representante bancario, la ha ayudado y orientado para solicitar las diversas ayudas que se hicieron disponibles durante estos periodos. Pero Oriental, no solo ha estado apoyándola durante los procesos de crisis a nivel nacional, sino también durante procesos de crisis personal, como cuando fue diagnosticada con cáncer. “Jeffrey, de Oriental que me dijo, ‘No te preocupes, nosotros te vamos a ayudar´. Son personas que están a tu alrededor, que son como ángeles, que Dios manda para ayudarte en todos estos eventos que tú puedas enfrentarte en la vida”, comparte Marta con emoción.
Consejos para emprendedores
Marta Costas enfatiza la importancia de la pasión y el amor por lo que uno hace como claves para el éxito en los negocios. Destaca la necesidad de estudiar y comprender a fondo el campo en el que se desea emprender, y de estar dispuesto a enfrentar y superar retos. La perseverancia y la búsqueda de soluciones creativas son fundamentales.
“En Puerto Rico sí se puede, sí se puede emprender, sí podemos florecer. En Puerto Rico podemos hacer negocios. Es cuestión de buscar, de buscar las alternativas, de saber qué es lo que tú quieres hacer. Y como dije anteriormente, si tú estudias eso, busca dónde lo puedes hacer. Aquí en Puerto Rico tiene que haber un rinconcito en algún lado donde uno pueda emprender y lo hay, hay que buscarlo, hay que buscarlo”, concluyó Marta.