Desde las costas de Carolina, Vivo Beach Club se ha convertido en un ícono de hospitalidad y entretenimiento en Puerto Rico. Este complejo único no solo ofrece una experiencia de playa y cervecería artesanal, sino que representa el sueño hecho realidad de los hermanos Matías y Luis Fernández. Vivo Beach Club ha superado numerosos desafíos para transformarse en un centro de atracción turística y orgullo local, donde la innovación, la resiliencia y la comunidad convergen.
Matías y Luis nacieron en Santurce, en el seno de una familia emprendedora, y desde jóvenes aprendieron el valor del trabajo y la dedicación. Tras estudiar ingeniería, ambos hermanos se sumergieron en el negocio familiar de construcción, inicialmente enfocados en la construcción y reparación de techos industriales y comerciales, así como en la manufactura de piezas metálicas y mantenimiento industrial. Este trabajo les brindó una sólida base de conocimientos y experiencia, permitiéndoles desarrollar destrezas diversas en diseño, construcción y administración de proyectos complejos. “Nosotros no solamente estudiamos en la misma Universidad, fuimos roomates los últimos años y después aquí en Puerto Rico hemos sido socios desde que empezamos. O sea, que hemos tenido como ocho negocios diferentes y hemos estado siempre juntos, o sea que nos llevamos súper bien,” expresa Matías Fernández.
Con el tiempo, fueron diversificándose y expandiendo hacia nuevos sectores, desde remodelación de edificios industriales hasta la creación de conceptos de hospitalidad como Palma Station y Downtown. Uno de estos proyectos, Palma Station, comenzó como una simple gasolinera, según recuerda Luis. Sin embargo, rápidamente se convirtió en un popular punto de encuentro para motociclistas, estableciendo la base para lo que luego se establecería como Downtown y posteriormente en Vivo Beach Club.
Inspirados por el éxito de sus proyectos anteriores, los hermanos Fernández se aventuraron a crear Vivo Beach Club en 2016. Este complejo incluye piscinas, áreas de conciertos y la famosa cervecería Ocean Lab, la cual nació con la misión de ofrecer una experiencia de calidad y autenticidad puertorriqueña. Ocean Lab, que produce la cerveza artesanal número uno en la isla, se ha convertido en un punto clave de este club, atrayendo tanto a locales como a turistas.
Luis, explica el concepto de Vivo: “Vivo es un lugar muy interesante y es disfrutado por muchos segmentos de la población. Por ejemplo, el área de banquete está abierta a todo el mundo, cualquier persona puede venir aquí a hacer un evento, está abierta para todo el mundo. El restaurante Ocean Lab, pues también está abierto para todo el mundo. Todo el mundo puede venir aquí a disfrutar y comer y degustar las cervezas que hacemos en un ambiente totalmente playero. Esto dice Puerto Rico por todos lados. Es único, un lugar único. En el caso de que deseen utilizar las piscinas y el servicio que damos en la playa, pues hay una membresía donde pueden solicitar y entonces se pueden disfrutar de las facilidades y es un club de playa, que tenemos eventos para los socios y descuentos y otras cosas. Y desde luego el turismo. Nosotros en el turismo, pues también atraemos tours que vendemos en los barcos, donde ellos mandan a sus turistas para acá y entonces disfrutan de lo que es, no solamente nuestras playas, sino que también de lo que nosotros producimos aquí como isla, que, en el caso de mío, pues es cerveza, y pueden disfrutar de gastronomía y pueden disfrutar de la belleza que es Puerto Rico”.
A pesar de sus sueños, el camino no fue sencillo. Desde el inicio, enfrentaron retos significativos, desde la obtención de permisos de construcción hasta obstáculos financieros. Además, el club se enfrentó a eventos inesperados como el huracán María en 2017 y la pandemia de COVID-19 en 2020, que obligaron a cerrar temporalmente sus puertas. Sin embargo, cada desafío fue una oportunidad para renovarse, y Vivo Beach Club resurgió cada vez más fuerte. “Las pruebas nos enseñaron que el éxito no llega fácil. Vivo es el resultado de nuestra perseverancia y del apoyo que hemos recibido de nuestra comunidad y de nuestros socios financieros,” afirma Matías.
En el trayecto de Vivo Beach Club, Oriental ha sido un aliado esencial. Aunque al inicio pocos creían en el proyecto, Oriental confió en la visión de los hermanos Fernández, ayudándolos a transformar el concepto en realidad. La colaboración con Oriental no se limitó al financiamiento; fue una asociación basada en la comprensión y el compromiso mutuo. “Oriental se convirtió en uno de los bancos principales de Puerto Rico y, así pues, hemos trabajado con ellos de la mano en muchas, muchas de nuestras operaciones, sobre todo en la parte industrial comercial”, comenta Luis, “Ahí es que hemos tenido una gran relación de muchos años. Ellos financiaron parte de nuestro porfolio industrial y en estos momentos participan en el 100% de nuestro porfolio industrial. Y esperamos ahora que con la adición de Vivo Beach Club y estas otras operaciones, sigamos creciendo dentro de la familia Oriental”.
Para Luis, la relación con Oriental es especial. Con el respaldo del banco, no solo lograron establecer Vivo Beach Club, sino que actualmente están en medio de una renovación completa con el objetivo de llevar el club al otro nivel. Esto se alinea con la reciente adquisición del Hotel Verdanza, que próximamente se convertirá en un Hyatt y Vivo Beach Club estará ofreciendo servicios al hotel, y viceversa.
La visión de los hermanos Fernández no se detiene. Desde el principio, se propusieron innovar constantemente, tanto en la calidad de sus servicios como en la originalidad de sus conceptos. Cada proyecto que emprenden sigue dos principios fundamentales: debe ser algo que ellos mismos y su familia disfrutarían, y debe ser único en Puerto Rico. “Siempre la decisión número uno antes de hacer los proyectos es si nos gustan, y si nosotros lo usaríamos. Si el proyecto no es suficientemente bueno para mi hermano y para mí y para mi familia, mis hijos y todo el mundo, se descarta y no se hace,” afirma Matías Fernández.
Vivo Beach Club es más que un destino de playa. La cervecería Ocean Lab, los eventos en su centro de convenciones y el ambiente vibrante del beach club son solo algunas de las facetas de este complejo multifuncional. Esta combinación de hospitalidad, entretenimiento y producción local de cervezas artesanales ha posicionado a Vivo Beach Club como un referente en Puerto Rico, destacándose por su versatilidad para adaptarse a diversos segmentos, desde eventos corporativos hasta conciertos multitudinarios.
Para los hermanos Fernández, emprender en Puerto Rico significa aceptar desafíos y estar dispuestos a hacer sacrificios. La experiencia les ha enseñado que el éxito no se logra de la noche a la mañana y que cada proyecto requiere una visión a largo plazo y una dedicación absoluta. Su consejo para otros emprendedores es claro: estar preparados para enfrentar contratiempos y mantener la paciencia para superarlos. “Yo diría que no debes querer hacer un negocio por hacerlo, tienes que saber un poco de lo que vas a hacer, tener algún tipo de experiencia en eso que tú quieres hacer y si crees que lo vas a hacer porque ya tú no quieres trabajar para más nadie, y quieres tener tu tiempo libre, estás totalmente en lo opuesto. No vas a tener tiempo libre. Vas a tener que trabajar casi 24 horas,” explica Matías.
Por su parte Luis opina que, “En Puerto Rico se pueden hacer negocios, hay muchas oportunidades de desarrollar tu negocio. El problema que vas a tener es que tienes que tener el temple para aguantar lo que te va a caer encima porque no es fácil. Y ahora, desde luego, de la misma manera que no es fácil, cuando lo logras, es una satisfacción personal que no te la puede cambiar, nadie. Sencillamente es un orgullo personal de tú poder hacer algo por tu país y hacer algo diferente que la gente va a disfrutar y de verdad añora ir a tu lugar, a disfrutar de lo que tú ofreces. Eso para uno es una satisfacción que no lo puedo describir”.
Luis también subraya la importancia de tener un plan y una estructura sólida desde el inicio, así como un respaldo financiero confiable, como el que han tenido con Oriental Bank. Esta alianza ha sido crucial no solo para el desarrollo de Vivo Beach Club, sino también para otros proyectos que tienen en mente.
Hoy, Vivo Beach Club es una prueba viviente de lo que la pasión y la perseverancia pueden lograr. Con cada nueva fase y mejora, Matías y Luis buscan fortalecer aún más el legado de Vivo como un centro de experiencias inolvidables en Puerto Rico. La relación con Oriental Bank continúa siendo un pilar importante en su trayectoria, permitiéndoles soñar en grande y llevar la calidad de sus servicios a nuevos niveles.
En un ambiente en constante cambio, Vivo Beach Club sigue adelante, evolucionando y adaptándose. Gracias a la visión de los hermanos Fernández este club de playa se ha consolidado como un símbolo de innovación y resiliencia en Puerto Rico.
“Vivo Beach Club es nuestro sueño hecho realidad,” concluye Matías. “Es una celebración de Puerto Rico y de lo que podemos lograr cuando creemos en nosotros mismos y tenemos el apoyo adecuado.”