El que goces de estabilidad económica en la actualidad no significa que también lo harás cuando te retires. Por eso, más allá de asegurar los recursos necesarios para cubrir tus responsabilidades financieras de hoy, debes comenzar a pensar en cuáles serán tus ingresos cuando llegue el retiro.
No descanses en la idea de que el dinero que has acumulado a través del Seguro Social será suficiente para asegurar tu estabilidad financiera futura. Cuando llegue el momento de la jubilación, el cheque del Seguro Social será sólo un complemento. Recuerda que para mantener tu nivel de estilo de vida cuando te retires, necesitarás recibir aproximadamente el 70% de los ingresos que devengabas cuando trabajabas.
Para comenzar, hay que definir tres cosas: cuánto dinero necesitarás cuando te jubiles, a qué edad planeas retirarte y cuáles serán tus fuentes de ingresos en ese momento. Una vez tengas un cuadro claro, establece un plan de ahorro para el retiro, preferiblemente desde que ingresas a la fuerza laboral, ya sea como asalariado o por cuenta propia. Una de las alternativas para quienes trabajan por su cuenta es el comúnmente llamado Plan de Retiro Keogh. Para que tengas una idea más concreta, si aportas $15,000 anualmente a un Plan de Retiro Keogh por 25 años, asumiendo un rendimiento de 8% de interés, acumularás $1,105,695.
Una de las ventajas de los Planes de Retiro Keogh es que los términos de los instrumentos financieros en los que se invierten las aportaciones son variados. Además, representan un alivio contributivo significativo porque las aportaciones a ese tipo de cuenta son deducibles hasta el 25% del ingreso neto después de las aportaciones.
Asegura tu retiro. Habla con los asesores financieros de Oriental para que te orientes sobre el Plan de Retiro Keogh. Selecciona las opciones que te ayudarán a hacer realidad tus objetivos financieros y tu progreso.