Los momentos de crisis pueden elevar nuestros niveles de ansiedad debido a la incertidumbre por aquellos factores que no podemos controlar. En una pandemia como la que experimentamos, es natural que surjan preocupaciones por el impacto económico que el coronavirus pueda tener en nuestros planes futuros. En algunos casos, la reacción inmediata es el retiro de inversiones, pero… ¡cuidado! Una decisión apresurada puede resultar en una pérdida mayor. Aquí te explicamos las razones.
A lo largo de la historia, el mercado de valores ha recibido grandes alzas y caídas dependiendo de los sucesos que afectan el mundo. Si analizamos la mayoría de estos, podemos apreciar que por cada baja ha ocurrido un repunte significativo por diversos motivos. En primer lugar, los gobiernos se aseguran de desarrollar paquetes atractivos de financiamiento a corto plazo para todas las empresas, de otorgar ayudas a familias afectadas y a impulsar la actividad económica. En fin, se aseguran de poner en vigor diversas medidas que devuelvan la confianza al consumidor.
En el caso de Rita y Javier (nombres ficticios), les preocupaba que los ingresos de su hogar se vieran severamente afectados ya que Javier poseía una firma de consultoría en bienes raíces y apenas había podido trabajar durante la pandemia del coronavirus. Ella trabajaba en una empresa manufacturera que le pareaba la aportación que hacía quincenalmente de su salario y que había suspendido sus operaciones durante semanas a raíz de la misma situación. Rita tuvo que cargar a vacaciones parte de los días que no pudo trabajar de los cuales apenas le quedaba balance. Había logrado acumular lo que consideraba era la mitad de su ruta al retiro, pero de momento sentía que su salario no sería suficiente para enfrentar los pagos de préstamos, colegio de sus hijos, hipoteca y utilidades. Una buena parte de los ahorros de la pareja se había invertido en mejoras en el hogar después del Huracán María por lo que el balance restante no les brindaba mucha tranquilidad. Todos los días al despertar se preguntaban si debían retirar parte de los fondos del 401k de Rita y el Plan Keogh de Javier.
Esta pandemia ha dejado como resultado una preocupación similar en muchas familias. Sin embargo, es importante considerar la inversión en el mercado de valores como una a largo plazo o al menos a un periodo mínimo de tres años. Un retiro prematuro de los fondos en momentos en que el mercado está en baja podría representar una pérdida mayor ya que se toma el dinero en momentos en que su valor ha depreciado. Por ello es importante es mantenerte enfocado con los propósitos establecidos para esa inversión.
Según el vicepresidente senior y oficial fiduciario de Oriental, Juan José Santiago (CPA, CFP, PFS, ESQ), es fundamental que cada persona evalúe su situación personal y su propósito de ahorro. “No debe actuarse bajo una situación de pánico. Es recomendable que pondere sus condiciones particulares de vida y planes a futuro. El pasado año el mercado creció en un 30% aproximadamente. Hoy se enfrenta a una baja considerable que ha provocado que algunos decidan invertir a precios de descuento. Definitivamente se trata del efecto oferta y demanda”, explicó Santiago.
Rita y Javier decidieron solicitar un préstamo personal para consolidar deudas y quedarse con un pago más bajo y no poner en riesgo una inversión que era fundamental para el retiro digno que ambos anhelaban tener.
Mantener un portafolio diversificado, evitar dejarse llevar por titulares negativos que influencian la emoción sobre la razón, un enfoque disciplinado de inversión y evaluar oportunidades cuando los precios están bajos fueron los aspectos que tuvieron mayor peso en la decisión de este matrimonio.
Etapas como la que hemos vivido nos llevan a la reflexión y a la disciplina.