Por: Eduardo M. Arroyo
A través de 25 años en consultoría gerencial, he visto cientos de razones para el desvelo de docenas de empresarios. No existe un desvelo más persistente y constante que el desvelo de la sucesión.
Conversemos un poco sobre el mismo. La sucesión puede comprender múltiples escenarios. Los dos más comunes son (usaré hijo pero me refiero a ambos hijas e hijos en toda ocasión):
- A mi(s) hijo(s) no les interesa seguir el negocio.
- A más de un hijo le interesa seguir el negocio.
- A mi parecer ninguno está listo.
- Al parecer de ellos, hay más de uno que piensa que debe de ser él (ella) quién sea el futuro presidente.
Este escenario básico no contempla las parejas de los herederos, su parecer en los casos anteriores, y su posible intervención directa o indirecta en ese proceso.
Empresarios valientes, muchos que han tomado riesgos enormes para seguir y realizar sus sueños, le dan vuelta por meses y años a este proceso, sabiendo que tienen que comenzar a actuar, y les horrífica el decidir.
Antes de entrar en algunas recomendaciones, les comento que preparen a sus hijos desde pequeños para el rol de accionista/dueño aunque no les interese el negocio, pues probablemente tendrán que ejercer ese rol aunque trabajen o no en el negocio. Aprovechen para educarlos en liderazgo valiente y altamente respetuoso en el proceso. Se lo agradecerán con el tiempo.
El dilema no tiene solución fácil, pero si puede tener un proceso objetivo. Lo que lo hace difícil es el AMOR! Los padres NO quieren hacer sentir mal a ninguno de sus hijos, pero en el negocio ustedes tienen que ejercer su rol de presidente. Mi recomendación a grandes rasgos es:
- ¡Comience este proceso bien TEMPRANO, no cuando no tenga más remedio!
- Defina cuáles serán los posibles escenarios futuros que enfrentará la empresa. Identifique personas que ya recorrieron exitosamente caminos y retos de negocios similares a los que enfrentarán en el suyo.
- Contáctelas e intente conocerles para entender que características, experiencias y conocimientos fueron necesarios para sus éxitos.
- De lo aprendido en el paso anterior, establezca claramente el perfil de la persona que estaría mejor cualificada para tomar esas riendas empresariales para superar ese camino.
- Identifique empresarios que han enfrentado exitosamente el reto de la sucesión. Contáctelos e intente conocerles para entender qué proceso utilizaron para llevar a cabo la sucesión.
- Lea artículos de revistas de empresas familiares sobre el tema.
- Ya armado de información más sólida, y de fundamentos y opciones reales, comparta el trabajo de sucesión que realiza y lo aprendido abiertamente con sus hijos.
- Sugiera un proceso a seguir y cite individualmente a los herederos para escuchar sus reacciones sobre el proceso sugerido. Probablemente deba de tener varias reuniones con cada uno sobre el tema.
- Considere e incluya las ideas propuestas por los herederos.
- Presente el proceso que juntos seguirán, y un “timeline” de cómo se llevará a cabo.
- Ayude individualmente a cada heredero interesado en la sucesión a contrastar realistamente su perfil con el perfil necesario. Probablemente deba de tener varias reuniones con cada uno sobre el tema para ayudarles. Considere contratar a un “coach” ejecutivo que los ayude en ese proceso de crecimiento.
- Decida objetivamente cuál está más cualificado para esos retos, después de concluir el proceso según se diseñó.
- Anuncie la decisión en privado e individualmente.
- Anuncie cómo se proseguirá de ahí en adelante, y mantenga a todos informados. Probablemente debe de continuar el “coaching” ejecutivo, una vez se anuncie la decisión, ya que ese “coaching” tendría otro giro.
No es un camino fácil, pero es ley de vida. Es aun peor si no se ejecuta y por alguna razón falta usted de momento. Si le intimida, hay empresarios que han establecido Juntas de Directores con externos para manejar el proceso. ¡Tema para otro día!
Sobre el autor:
Eduardo M. Arroyo es fundador de Arroyo & Associates, grupo de Consultoría Gerencial especializada en los temas de liderazgo, estrategia y ejecución. Ha impactado directamente a sobre 150 organizaciones con beneficios de impacto contabilizados en varios cientos de millones de dólares. En septiembre de 2010, presentó su cuarto libro: “The Good, The Bad and the Troubled: A Leadership Guide for Effective and Painless Performance Management”, que revoluciona y humaniza la forma de liderar el desempeño. Actualmente es miembro de varias Juntas Directivas y es coach de exitosos ejecutivos y sucesores, además de ofrecer consultoría gerencial en un sinnúmero de escenarios competitivos.