Un día te levantas cansado de no tener control de tus finanzas personales. Vives una historia de horror con tus deudas y decides tomar decisiones drásticas para poder sentirte mejor.
A veces se nos olvida que parte de saldar deudas es tener paciencia. Un día a la vez. Una decisión a la vez. Aquí, 3 estrategias para comenzar efectivamente a eliminar las deudas:
- Acepta la responsabilidad de tus decisiones creando un presupuesto, y no te tortures con culpabilidad cuando tienes que abstenerte de las cosas opcionales. Los presupuestos funcionan, siempre y cuando, tu pregunta constante en relación con invertir tu dinero sea: ¿Lo quiero o lo necesito?
- Vende TODO lo que no uses y cancela gastos innecesarios. He tenido seguidores en mis redes sociales que han vendido hasta su juego de comedor porque usan su “counter” o han cancelado todas las suscripciones ya que no tenían el tiempo para disfrutarlas. Necesitamos ser prácticos y realistas.
- Busca premiarte con algo sencillo todas las semanas. Relacionamos saldar deudas con escasez, pero es todo lo contrario. Saldar es abundancia, ya que estás trabajando en tu salud financiera. El premiarte te ayudará a no drenarte con el proceso y celebrar lo que estás logrando.
Al principio, puede que pienses que todo lo que haces no es suficiente, pero saldar deudas es tomar acción masiva para resultados acumulativos. La clave es tener la capacidad de ser consistente en tomar decisiones a favor de saldar tus deudas y no crear más de ellas. Tómalo un día a la vez y verás como lo que parecía un futuro lejano hoy es tu realidad.
