Cynthia M. Martínez
Creadora de My Barely Famous Life y Fundadora Lead Up Labs
En ocasiones no sabemos cómo tratar a un niño con liderazgo natural. Según su personalidad, implementamos hábitos y disciplinas, pero en ocasiones lo hacemos sin una dirección clara. Te habla la voz de la experiencia, ya que me pasó con mi hija.
¿Sabías que existe un término llamado meta ancla? Todo niño debe conocerlo porque ayuda a desarrollar una mentalidad de crecimiento. El término consta en establecer una meta sencilla, intencional y significativa que le da dirección, motivación y sentido a todas las demás acciones y decisiones que tomas durante un periodo de tiempo (como un semestre escolar). Actúa como punto de enfoque emocional y estratégico, porque conecta con lo que haces todos los días, con quién quieres ser o lo que quieres lograr a largo plazo. En arroz y habichuelas, es una brújula de liderazgo infantil.
Tal vez te preguntes: ¿por qué se llama “ancla” si usualmente a lo estancado le llamamos así? En este caso, al igual que un ancla en el mar, mantiene al niño firme y enfocado, incluso cuando hay distracciones o cambios. Le recuerda por qué está haciendo lo que hace, y evita que se disperse.
Ejemplo:
“Mi meta ancla este semestre es: Organizarme mejor para poder sacar buenas notas y tener tiempo los fines de semana para trabajar en mi idea de negocio.”
Analiza la oración conmigo. Establecer que es una meta para el semestre le pone inicio y final. Tener fecha para toda meta es esencial. La próxima frase propone un plan con causa y efecto. Los adultos necesitamos algo más específico, pero para los niños es perfecto. Cabe mencionar que, si tu hijo es neurodivergente, puede ser que exija más detalles en la meta ancla y tú como padre debes fluir con sus exigencias ya que es su meta. El pequeño emprendedor puede añadir siempre y cuando se comprometa en cumplir. Usualmente, cuando los llevas a comprometerse, ellos mismos te dicen que simplifiques la meta. Es importante que los guíes, pero no hagas el trabajo por ellos. Esa meta guía sus decisiones: cuándo estudiar, qué rechazar, cómo organizar el tiempo, y con quién relacionarse.
¿Quieres ayudar a tus hijos a identificar su propia “Meta Ancla” antes de volver a clases? Lee estos 3 simples pasos.
Paso 1. Identifica y establece una “Meta Ancla”.
Idealmente debe ser una meta para el semestre escolar y otra alineada con sus planes futuros según su talento. Enséñales a elegir una meta concreta que conecte la escuela con su identidad como líderes o emprendedores.
Paso 2. Diséñales una rutina semanal de alto impacto.
Ayúdalos a crear una agenda simple donde integren estudio, descanso y tiempo creativo. Incluye espacios para sus pasiones sin dejar de cumplir con la escuela (por eso me gusta incluirles una meta académica). Enséñales a priorizar lo importante, no solo lo urgente. Esa distinción los ayudará mucho como adultos. En este paso aprenden a respetar su tiempo tomando decisiones con intención.
Ejemplo:
Lunes a jueves: tareas + lectura.
Viernes: espacio libre para diseñar ideas o grabar contenido para promover mi emprendimiento.
Paso 3. Haz una evaluación con propósito.
Cada domingo o el día que tu agenda como adulto lo permita, da seguimiento a la meta del niño. Por favor, evita interrupciones. Es importante crear un mini ritual semanal de 15 minutos para revisar su progreso y ajustar si es necesario.
Preguntas clave:
- ¿Qué hice esta semana que me acercó a mis metas?
- ¿Qué haré diferente la próxima?
- ¿Fui un líder respetuoso, consistente y disciplinado en clase y en casa?
- ¿Qué pequeño cambio puedo hacer esta semana para ver mejores resultados?
Este ritual cultiva autorreflexión, pensamiento crítico y responsabilidad personal que los entrena para no vivir en piloto automático.
Ahora bien, quiero dejar claro que NO es fácil. Al principio la emoción los guía, pero luego su falta de disciplina y hábitos puede ser que active su mal carácter o demuestre vagancia.
Tu rol no es de policía tratando de capturar al pillo, ni el de villana diciendo frases como: “Yo sabía que esto no iba a durar. Tú eres un irresponsable”.
Tu rol es ayudarlos a sentirse responsables. Usa frases como: “respeto que no vayas a cumplir con tu Meta Ancla, pero piensa las consecuencias” o “Espero que estés seguro de no hacerlo hoy, porque el año que viene quizás te gustaría alcanzar esa Meta Ancla”.
Enséñales, con tus frases y tu actitud, que todo depende y que todo empieza con ellos.
Sobre la Autora:
Cynthia M. Martínez es una rebelde con causa, empresaria y estratega de vida y negocios con especialidad en liderazgo e innovación. Como parte de su amplia trayectoria como estratega lleva más de una década desarrollando líderes en el campo de venta directa, apertura de mercados y brindando consultoría a nivel corporativo y PYMES. Es creadora del movimiento en redes sociales en formato de blog llamado “My barely famous life” en el que equipa a los seguidores con herramientas de liderazgo y tecnología a través de su programa educativo. También, es Fundadora de Lead Up Labs, una plataforma digital que cuenta con todas las herramientas tangibles y digitales para que los participantes aumenten su productividad y alcancen sus metas.