Cuando Johnny Marcial Santiago decidió dejar su trabajo en el gobierno para montar su propio negocio, no contaba con un gran capital ni con un plan estructurado. Lo que sí tenía era determinación, visión y una pasión inquebrantable por el mundo de las piscinas. Hoy, más de 25 años después, Johnny’s Pool Super Center es la tienda especializada en piscinas más grande de Puerto Rico, con cinco sucursales, 43 empleados y una reputación sólida en la industria.
De salvavidas a empresario
Nacido en Arecibo, pero criado en el barrio Quebrada de Camuy, Johnny recuerda con cariño sus inicios. “Yo me crié con mis abuelos y siempre estuve envuelto en lo manual, en lo que es negocio”, relata. Su primer contacto con el mundo de las piscinas fue como salvavidas en Las Cascadas de Aguadilla, una experiencia que despertó su pasión por el mantenimiento y la construcción de piscinas. A los 18 años ya trabajaba en el gobierno, pero nunca abandonó su gusto por el trabajo en las piscinas.
“Yo comencé con un negocio bien pequeño, con cuatro potecitos aquí, otros allá, pero con el entusiasmo de que íbamos a crecer”, recuerda Johnny con orgullo. Su primera tienda, ubicada en Camuy, surgió con una inversión de apenas cinco mil dólares, “¡y prestados!”, como enfatiza él.
Desde ese momento, supo que no podía fracasar. Además de administrar su tienda, ofrecía mantenimiento a piscinas por las noches y comenzó a incursionar en la construcción de las mismas. Esa diversificación fue clave en el crecimiento del negocio.
Del sacrificio al éxito
Johnny no tiene reparos en hablar de los sacrificios que implicó levantar su empresa. Durante años trabajó sin descanso. Incluso antes de montar la tienda en Camuy, aún siendo director de Recreación y Deportes en el municipio, al salir de su trabajo regular, comenzaba su jornada limpiando piscinas. “A veces a las 10 de la noche estaba limpiando una piscinita en San Sebastián”, comenta entre risas. “Yo sabía que había que sufrir para lograr lo que tengo hoy en día”.
Lo más difícil fue, sin duda, el aspecto económico. Con una familia joven que mantener, Johnny apostó todo por su sueño. “Todo lo que cogía, lo volvía a invertir en el negocio. No cogía para cosas materiales. Yo creo que ese fue el éxito”, explica. Esa visión lo llevó a multiplicar su primera tienda en Camuy con nuevas sucursales en Vega Baja, Aguadilla, Hatillo y Dorado.
Y aunque cada nueva tienda representó un nuevo reto, nunca pensó en rendirse. Al principio, la tienda de Aguadilla no era rentable. “Mi contable me decía, ‘Johnny, cierra esa tienda’. Y yo le decía, ‘Yo no cierro tiendas, yo abro tiendas’”, recuerda. Hoy, esa tienda de Aguadilla es una de las más productivas.
Creciendo con visión
Actualmente, Johnny’s Pool Super Center cuenta con cinco sucursales y con almacenes estratégicos que le permiten comprar productos al por mayor y ofrecer precios competitivos a sus clientes. “Nosotros compramos mayormente por contenedores… eso nos permite ofrecerle al cliente un mejor precio, sobre todo a la industria hotelera y comercial”, explica.
Su modelo de negocio abarca todo lo relacionado con piscinas: desde mantenimiento y venta de químicos hasta construcción, reparación y tratamiento de aguas, tanto residenciales como comerciales. Entre sus clientes se encuentran hoteles, condominios, parques acuáticos e incluso el Comité Olímpico de Puerto Rico, cuyas piscinas olímpicas fueron remodeladas por su empresa.
Servicio que marca la diferencia
Su enfoque está en el servicio personalizado. “Cuando entras por la puerta de Johnny’s Pool vas a encontrar un personal adiestrado, que te va a orientar y ayudar. Y si no sabes qué tienes en tu piscina, enviamos un técnico a tu casa”, asegura Johnny.
Además, cuentan con un sistema electrónico de récords que almacena todas las compras de sus clientes durante los últimos 15 años. Johnny explica que si a un cliente se le rompe una pieza o compra un producto y no recuerda cuál es, lo pueden encontrar. “Está en récord. Garantizo mantener un backup de cada uno de los clientes en todo Puerto Rico, en todas las sucursales. Y ese registro lo ven todas las tiendas. El cliente puede venir, si es de Dorado y fue a Camuy, lo va a ver el sistema. Nosotros fuimos realmente de los primeros en Puerto Rico de tener un sistema así”, explica.
Oriental Bank: el aliado estratégico
Aunque Johnny había trabajado con otros bancos anteriormente, fue la iniciativa de un gerente comercial de Oriental lo que transformó su relación bancaria. “Un día se me acercó un gerente de Oriental y me dijo: ‘¿Johnny, en qué te puedo ayudar a seguir creciendo tu negocio?’”. Esa conversación marcó el comienzo de una alianza sólida y duradera.
Desde entonces, Oriental ha sido su mano derecha. A través del banco, Johnny ha gestionado líneas de crédito, financiamiento para adquirir propiedades, seguros y orientación financiera. “En Camuy, Vega Baja y Aguadilla, los edificios son de nosotros, y Oriental está presente en todas esas estructuras”, comenta. La confianza y el acompañamiento han sido constantes. “Cuando necesito algo, llamo al gerente comercial y él está disponible para ayudarme. Siempre me orienta y me dice: ‘Johnny, esto te conviene’”.
Gracias al respaldo de Oriental, Johnny ha podido adquirir propiedades, expandir sus operaciones y asegurar inventario, algo crucial en tiempos de escasez o emergencia.
Consejos para nuevos emprendedores
Con más de dos décadas de experiencia como empresario, Johnny tiene claro qué elementos son esenciales para tener éxito.
El primero: perseverancia. “Yo conozco muchos negocios que al año dicen: ‘Me quito porque no me deja ganancias’. Pero esto es día a día. Uno tiene que trabajar y reinvertir constantemente”.
En segundo lugar, enfatiza la importancia de tener disciplina financiera: “Si tú tienes 20 dólares, te ganaste 30. Cógete dos y los otros ocho, los inviertes. Esa es la idea. Volver a invertir para que crezca el negocio”.
A los jóvenes emprendedores les aconseja organizarse, aprovechar las herramientas disponibles hoy día, y buscar aliados estratégicos. “Hoy en día hay bancos que te dicen: ‘Vamos a hacer este programa de negocio. En esto te voy a ayudar’. Cuando yo empecé, eso no existía. Ahora es más fácil comenzar un negocio si tienes una mano amiga”, comenta entusiasmado.
Y aunque en sus inicios no elaboró un plan de negocio formal, Johnny reconoce el valor de la planificación. “Todo comienza con una visión. Pero ahora hay muchas más herramientas para emprender bien, con estructura”.
Adaptarse, innovar y seguir creciendo
La historia de Johnny’s Pool Super Center también es una historia de innovación. Cuando el huracán María impactó a Puerto Rico, Johnny no se quedó de brazos cruzados. Instaló plantas eléctricas en sus guaguas de servicio para poder seguir atendiendo a los clientes.
Durante la pandemia, también encontró maneras de adaptarse. “Montamos carpas fuera de las tiendas para atender al público. Las filas eran de 30 personas. Mi esposa y yo trabajamos sin parar”.
Más allá del éxito económico, Johnny se siente satisfecho de haber construido una empresa que genera empleo para 43 personas y que corre casi de manera autónoma, gracias a su estructura de oficinas centrales en Camuy. “Tengo mi secretaria, mi gerente de servicio, de mantenimiento, de garantía. Ya la empresa corre sola, mayormente”, relata Johnny.
En su visión futura, contempla expandirse hacia el sur de la isla, aunque reconoce que uno de los grandes retos actuales es la empleomanía. “Después de la pandemia, ha sido bien difícil conseguir personal. Pero seguimos con la visión de crecer”, nos explica.
Sí se puede hacer negocio en Puerto Rico
La historia de Johnny Marcial Santiago es una muestra clara de que sí se puede emprender y tener éxito en Puerto Rico, aún en medio de retos económicos y sociales. “Sí se puede hacer negocio. Siempre y cuando seas perseverante y estés dispuesto a trabajar, a no esperar que todo te llegue”, afirma con convicción.
Y lo dice alguien que comenzó limpiando piscinas de noche, con una tienda pequeña en Camuy y un dinero prestado. Hoy, lidera la red de tiendas de piscinas más importante de la isla, con el respaldo de un banco que apostó por su visión y que lo ha acompañado en su crecimiento.
“Para mí, Oriental es parte de esta empresa. Es mi brazo derecho. Siempre que necesito algo, ahí están. Y eso es lo que hace la diferencia”, concluye Johnny.
Johnny’s Pool Super Center es mucho más que un negocio: es un símbolo de esfuerzo, crecimiento y servicio de calidad respaldado por una relación sólida con Oriental Bank.