“En las buenas y en las malas” aún en tiempos del coronavirus
Con distintos nombres y enfoques, Hambleton Group ha estado sirviendo las necesidades de ebanistería de la comunidad comercial desde la década de 1960. Hoy, Celso Suárez, uno de los socios, confía en que la empresa superará los retos del coronavirus como ha superado tantos otros en su larga historia. Para él, la clave es ser una familia, que se apoya “en las buenas y en las malas”.
Esta compañía, con sede en Puerto Nuevo, se dedica a la construcción y manufactura de piezas de ebanistería comercial para tiendas, oficinas y restaurantes, y cuenta con más de 40 empleados. Por ser un servicio no esencial, la empresa tuvo que cerrar sus operaciones hasta mediados de mayo, cuando se liberalizaron algunas áreas de la construcción en la orden ejecutiva que regula el toque de queda.
“Para nosotros ha sido difícil parar el 100% de nuestras operaciones”, confiesa Suárez. Por eso les fue un gran alivio empezar adiestramientos con los empleados para iniciar algunos servicios paulatinamente. El plan incluye que hasta un 75 porciento de los empleados de oficina trabaje desde sus casas, con estaciones de trabajo que le han preparado para eso. Para los empleados del taller, los arreglos serán distintos, según los requisitos de la orden ejecutiva, los acuerdos con los clientes y otras condiciones, todo para proteger la salud de empleados y clientes.
“Esto es buenísima noticia. No hemos estado produciendo, pero hemos pagado salarios a todos los empleados desde el día uno. Sabemos que esto ha sido un alivio para ellos, pues no han tenido que usar sus licencias de enfermedad o vacaciones”, detalla. “El proceso de decisión fue fácil: esta es una compañía pequeña. Somos como familia. Si somos familia en las buenas, también lo somos en las malas”. El resultado, destaca, es que al momento en que empiezan los adiestramientos y los preparativos para operar de otra manera (aunque sea parcialmente) “todos los empleados están agradecidos y listos para enfrentar lo que viene juntos”.
Un banco que nos trata de tú a tú
Suárez admite que su primer intento de solicitud para el Paycheck Protection Plan de SBA no fue con Oriental. “Tenemos relaciones con todos los bancos en Puerto Rico. La primera solicitud la hicimos con otro banco. Fue un proceso difícil, impersonal. Tan pronto nos dimos cuenta, llamamos a nuestro contacto en Oriental. La diferencia fue del cielo a la tierra. Ha sido una experiencia buenísima. Fue fácil. En menos de dos semanas ya teníamos el dinero disponible en nuestra cuenta”, añade.
“Yo llevo décadas en este mundo, primero como ingeniero y luego como empresario. He visto la banca transformarse. He visto cómo el trato personal de antes, esa relación con el agente bancario que era bien importante, se ha ido perdiendo. Pero en Oriental la relación es personal. Es un trato de tú a tú. Eso los hace más exitosos. Y les puedo decir que, si siguen así, serán bien exitosos”, subraya.