Al preguntarle a Andrés Velasco qué es lo que más admira de su padre, don Eric, no duda en mencionar “su resiliencia y perseverancia”. Mientras, don Eric no deja de admirar la capacidad de Andrés para “manejar muchos problemas a la vez y su creatividad para buscar negocio”.
Lo cierto es que, por años este dúo se ha complementado de tal manera que han llevado a la empresa familiar Reliable Trading a distinguirse en el competido mundo de la importación y distribución de equipos, con el apoyo de otros miembros de la familia.
Don Eric comenzó en el ambiente empresarial en 1972 al unirse a los negocios de la familia – que incluían las tiendas Velasco, B&B y otras. “Eventualmente, dividimos la empresa familiar en varios segmentos y estuve a cargo de B&B por 30 años, hasta el 2002”, recuerda don Eric.
“En ese tiempo aprendí mucho sobre el mundo de los negocios. Conocí a clientes, suplidores y competidores. En el 2002, cuando cerramos esa empresa, surgió la oportunidad de incursionar en la importación de abanicos. Estuvimos operando desde mi casa como tres años. En el 2004 se nos unió Andrés, con mucho éxito vendiendo en la calle. Mientras Andrés y yo nos dedicamos a vender, mi esposa desarrolló este local, al que luego nos mudamos en el 2005”, rememora.
En esos tiempos de reto fue que Andrés aprendió a admirar en su padre “la dedicación y su enfoque en el progreso de nuestra familia y de la empresa. Eso ha permitido que superemos los obstáculos”, reflexiona el hoy presidente de Reliable Trading.
Sabiduría y tecnología es igual a éxito
Actualmente, Reliable Trading es uno de los más destacados importadores de abanicos, generadores de electricidad, muebles, decoración para el hogar y otras categorías de productos. “Empezamos solo importando y distribuyendo, pero desde el principio se hizo evidente la necesidad de más servicios, y así fue como desarrollamos la marca de Reliable. Ahora mismo, los abanicos son muy reconocidos en el mercado y tenemos otras líneas de productos, como los generadores. Pero lo que nos distingue es que estamos presentes para dar apoyo y servicio”, subraya Don Eric. “Nos aseguramos de traer productos que son un buen valor para el consumidor, con calidad y precio módico. Nos distinguimos en el servicio: garantizamos lo que vendemos.”
Además de incluir a otros miembros de la familia y a un equipo de apoyo, la clave del éxito ha estado en la combinación del conocimiento del mercado que aporta don Eric con la inserción de la tecnología digital para los nuevos procesos de operación e inventario que maneja Andrés (quien es ingeniero de profesión).
El reto del financiamiento
Don Eric y Andrés coinciden en que uno de los mayores retos de un negocio es el acceso al financiamiento que les permita crecer. No es solo el acceso a capital que subraya don Eric, es también la necesidad de una relación sólida con un socio bancario.
“Desde que nos acercamos a Oriental, la realidad es que establecimos una relación y hemos tenido un apoyo mil veces más accesible que con la institución anterior. En los últimos 10 años, el crecimiento se ha visto por el apoyo de Oriental. Nos ayudaron a financiar la adquisición del almacén. Ese almacén nos permitió expandir la cantidad de productos y la velocidad con que manejamos la mercancía. La productividad de la empresa ha aumentado exponencialmente después de adquirir esa propiedad”, destaca Andrés.
Don Eric abunda: “El primer año había que vender 50 abanicos al día. Hoy movemos varios vagones de abanicos semanales. El financiamiento fue necesario para montar esa operación.
Oriental siempre ha estado dispuesto a apoyarnos para hacer factible que podamos servir a nuestros clientes”.
La mirada a largo plazo
No todos los empresarios jóvenes contarán con una relación de apoyo como la que tienen Andrés y su padre, quienes dan los siguientes consejos a los que están empezando. Para Andrés, lo importante es reconocer que este proceso de desarrollo de una empresa “requiere tiempo y esfuerzo. Hay que mantener la paz y la tranquilidad a largo plazo. Es importante no perder la esperanza”, insiste. Mientras, don Eric comparte su sabiduría: “Sí, hay que ser perseverante. Y también hay que ser honesto con los clientes, suplidores y los compañeros. Y hay que mantener un sentido de justicia para todo el equipo”.